Claves para potenciar tu sexualidad

La sexualidad es uno de los aspectos más importantes de una persona, un factor clave para su felicidad, que cada uno vive a su manera, en escortsbarcelona por ejemplo, con sus preferencias, aunque por desgracia también puede ser una fuente de angustia y problemas si, por causas ajenas o internas, algo no va bien.

Dentro del grupo de problemas sexuales quizá el más suave, pero también el más extendido, es el de caer en la rutina y que los encuentros íntimos con nuestra pareja se conviertan en algo casi programado, monótono y repetitivo, muy alejado de aquello tan pasional y creativo que caracterizaba el sexo en los primeros estadios de la relación, cuando todo era nuevo y no nos podíamos quitar las manos de encima uno del otro y la espera entre sesión y sesión se nos hacía eterna.

¡Evita la rutina!

Para combatir la rutina y reavivar la llama de la pasión los expertos recomiendan varias posibilidades, para todos los gustos, y es que no a todo el mundo le atrae poner en práctica según qué cosas.

Una de ellas es tan sencilla como olvidarse del dormitorio durante un tiempo y hacer el amor en otros lugares de la casa, como el sofá, la bañera –con cuidado- o, si nos sentimos muy osados, el balcón a horas intempestivas de la madrugada, cuando las posibilidades de ser vistos se vean reducidas. Y, un paso más allá, se nos puede ocurrir ponernos «cariñosos» en lugares directamente públicos, pero siempre manteniendo unos mínimos de respeto a los demás, como por ejemplo en una duna apartada dentro de una playa nudista.

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Dar mucha importancia a los preliminares también suele funcionar: que no sean solo un par de minutos de rigor para que ella esté lubricada y él tenga la erección al máximo. Que forme parte de la diversión, alargarlo lo máximo posible para que el deseo de «entrar en materia» sea cada vez mayor y, sobre todo, sea real e irrefrenable.

¡Los masajes nunca fallan!

Un buen masaje erótico, sin prisas, relajante y excitante a la vez, con aceites de masaje, rodeando las zonas erógenas para provocar, y con ambos miembros de la pareja, el que da el masaje y el que lo recibe, totalmente desnudos, no sería una mala idea en este sentido.

Otro consejo clásico, pero efectivo: jugar a los roles. Podemos fingir que estamos cometiendo una infidelidad, que digamos lo que digamos es algo que por lo menos teóricamente nos da mucho morbo; o que nos acabamos de conocer, y tras unas preguntas nos empecemos a besar apasionadamente y «lo que surja»… Son solo algunas de las formas en las que podemos hacer como que somos distintos y, con ello, romper con la rutina sexual en la que tarde o temprano todas las parejas caen.

Para acabar, parece una tontería, pero cuando empezamos una relación parte del «factor novedad» está en que no conocemos a la otra persona y no sabemos lo que nos hará. ¿Qué tal si innovamos con nuestra pareja y a la hora de hacer el amor la sorprendemos con algo que nunca habíamos hecho?

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